En cada cumpleaños la Tierra pasa por el mismo punto de la eclíptica que atravesó el día de tu nacimiento, completando una vuelta más alrededor del Sol.

La posición de nuestra estrella solar, de la Luna y el signo Ascendente de cada una de estas vueltas -que llamamos Revolución Solar- da indicios de cómo que será el año venidero.

Somos varios los astrólogos que nos dedicamos a la investigación. Seguimos el comportamiento de los planetas en la actualidad y comparamos las consecuencias de sus movimientos con los clásicos postulados astrológicos.

Son mapas del cielo que reflejan el potencial despliegue energético de algo: puede tratarse de una persona, un proyecto, una empresa, un país, una relación, un recital, una competencia deportiva, etc. 

Los minerales tienen la capacidad de armonizar los diferentes cuerpos físicos y sutiles del ser y su entorno, y a la vez ponen en conciencia su trabajo evolutivo. 

La mirada gemoastrológica revela la predisposición natal de los 8 chakras principales y da pautas para un uso adecuado de cristales según el momento y las circunstancias de vida.

La carta natal permite ser leída desde muchos enfoques. Una mirada vocacional revela los recursos materiales, habilidades y talentos, predisposiciones intelectuales y aspiraciones sociales y públicas de una persona. 

También habla de los diferentes climas y circunstancias que puede atravesar su carrera laboral, incluidos los impases y los cambios de rumbo.

Aprender astrología con nuestra carta natal es un camino de autoconocimiento. Es adentrarse en un laberinto de espejos donde -para bien y para mal- vemos lo que somos y no lo que creíamos ser. 

¿Te quiero? ¿Me querés?

Comparar las posiciones planetarias entre dos personas (o más) da cuenta de afinidades, diferencias, momentos, roles y potenciales de la relación.  

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